CAPÍTULO I: ¡TICO, NO FUMES!
Érase una vez un loro llamado Tico que tenía muchos amigos. Tico, era un loro de colores, alegre y muy deportista. Sus amigos son: Fuegounicornio, como su nombre indica, es un unicornio que echa fuego; Mariflores, una ardilla; Monky, un mono; Hormiclase, una hormiga y; Guille su primo.
Un día, se encontró con Fuegounicornio que estaba echando humo. Entonces Tico empezó a tener una sensación que no conocía, la envidia. Tico quería hacer lo mismo, pero no podía. Por ello, se fue muy triste caminando.
Más tarde, en la senda, se encontró un cigarro. El loro lo cogió y vio que echaba humo como Fuegounicornio. De repente, el cigarro se apagó y fue corriendo a casa de su primo Guille, que era una bola de fuego, para que se lo encendiese.
A continuación le preguntó a Guille:
-¿Me puedes encender el cigarro por favor?
–Si, claro Tico.
Entonces Guille se lo encendió.
Después se encontró con sus amigos.
- ¿Qué haces? – le preguntaron.
- Echar humo como Fuegounicornio.
- ¡No fumes que es malo!
Pero Tico no les hizo caso y se fue contento porque había conseguido ser mejor que Fuegounicornio.
Al rato fue donde Fuegounicornio y este le dijo que no fumara, que él echaba humo porque estaba hecho de fuego. Tico pensaba que le estaba mintiendo para que dejase de fumar.
Así Tico, se fue a su nido a reflexionar sobre lo que había pasado. Luego fue a un estanco a comprar otro paquete de tabaco y se fue a jugar con sus amigos. Cuando llegó al parque fue detrás de sus amigos y se dio cuenta que le estaban evitando. Todos se fueron a sus hogares y de noche Monky y Hormiclase se fueron a casa de Mariflores. Hicieron un plan para que Tico dejase de fumar. Se trataba de que fingieran que el humo les ponía malos. Y así llevaron a cabo su plan. Tico al principio no se lo creyó pero luego si. Los amigos también aprendieron una cosa, el tabaco realmente les había dejado muy malos.
Tico dejó de fumar pero al cabo de unos días volvió a hacerlo. Una mañana, al despertarse se encontraba muy mal y estaba muy pálido. Tico probó a hacer deporte pero se empezó a cansar mucho. Luego se fue a casa y se dijo así mismo:
- ¿Será que fumar después de todo es malo?
Al final comprendió que fumar estaba acabando con su vida y con los que le rodean.
Por ello decidió dejarlo. Pero no podía resistirse a la tentación y llamó a sus amigos a ver si le conseguían ayudar a dejar de fumar. Después fue a la farmacia para comprar un cigarro eléctrico; sin embargo, no había y tuvo que esperar cinco días a que llegase el encargo.
Se puso muy histérico y avisó de nuevo a sus amigos, que vinieron muy rápido y se sentaron en el salón a contar chistes. Tico se rió tanto que ya no se acordaba del tabaco, así que dejó de fumar y cuando llegó el encargo lo rechazó. Todos se pusieron muy contentos.
Tico, hoy viernes, 27 de mayo de 2011 cumple un año sin fumar y la fiesta que le prepararon sus amigos fue inolvidable para él . Aunque al ver que las velas echaban humo las mandó quitar.
Y al fin y al cabo todos fueron felices y Tico no volvió a fumar…
To be continued…
CAPÍTULO II
MISIÓN: CUIDAR EL MEDIO
AMBIENTE
En la ciudad de Tico no se
cuidaba el medioambiente. Así que una tarde, los amigos de Tico decidieron ir a
visitarlo. Su casa estaba abarrotada de basura que nadie había recogido, el
jardín estaba lleno de papeles de aluminio, latas, periódicos viejos…
Entonces sus amigos le dijeron que tenía
que recoger las basuras para no contaminar, pero Tico les dijo que a él le daba igual.
Así
que todos los amigos de Tico recogieron la basura de su casa y se la llevaron
al bosque para quemarla con la saliva de Guille, que es de fuego.
El sucio humo del incendio provocó una gran
nube de humo negro en el bosque que dejó el lugar aún más contaminado y los
animales no podían respirar. Por tanto decidieron irse de allí a un lugar más
seguro. Pero como la nube crecía, se hizo tan grande como el bosque y no
pudieron salir. Tico vio a sus amigos atrapados en el incendio, se sintió mal,
fue a rescatarlos, pero no pudo con todos y fue a pedir ayuda.
Tico se encontró en la calle a su amigo el
conejo Moni, que no sabía nada del asunto y le contó todo. Cogieron una
manguera y se fueron en busca de sus amigos. Cuando llegaron allí, todo estaba
oscuro porque la nube de humo había invadido todo el bosque. Pero no tenían
suficiente fuerza para levantar la manguera por lo que llamaron a Asonantius.
Él heló todo el bosque y se dio cuenta de que
estaba helando a sus amigos y Fuegounicornio lo descongeló causando más fuego
aún. ¡Tenía que hacer algo rápido antes de que fuera demasiado tarde! Así que
fueron al río y con los cubos que encontraron llevaron agua para conseguir apagarlo. Resuelto el problema todos
los animales salieron ilesos.
Sin
embargo, todos los amigos de Tico se enfrentaron a una descomunal bronca de los
protectores del bosque. Pero al contarles lo que pasó estos decidieron
perdonarles.
Tico aprendió a cuidar el
medio ambiente; no obstante, su casa seguía hecha un asco y la basura seguía
esparcida por todas partes. Por ello, Fuegounicornio, Mariflores, Nuestraclase,
Moni … le ayudaron a limpiar su casa.
Los
amigos de Tico ya estaban un poco hartos porque siempre que iban a su casa
tenían que recoger la basura. Se enfadaron con él y le dijeron que desde ese momento, lo
tendría que recoger él solo.
Entonces
Tico, como estaba cansado de oír siempre lo mismo, se fue a otro pueblo que
estaba lejos de donde vivía.
Dos días después empezó a echar de menos
a sus amigos y volvió a su verdadero hogar. Él se aburría y decidió limpiar su
casa para darles una sorpresa. Organizó una fiesta y en ella lo pasaron de
maravilla. Todos se comprometieron a cuidar el medio ambiente y el bosque,
especialmente Tico, que por fin aprendió la lección.
¿Continuará?